El segundo viernes de fiestas se celebra la batalla en la que el general Publio Cornelio Escipión liberó Cartagena del yugo cartaginés, en el transcurso de la II Guerra Púnica.

Tras la victoria en la batalla, el ejército romano y sus aliados entran en la ciudad que los cartagineses llamaban Qart-Hadast y los romanos bautizaron como Cartagonova. Los Edetanos vivimos esta entrada de forma muy especial. No la entendemos como un desfile, sino como la entrada victoriosa a una ciudad liberada, comienzo del fin del periodo imperialista cartaginés en la península.

Durante el recorrido por las calles de Cartagonova unos actores proclaman, al público presente, los éxitos militares y las victorias conseguidas, animándoles a aclamarlos como merecen. Una parte del botín de guerra es transportado por prisioneros, mientras las Sacerdotisas de la diosa Potnia realizan ofrendas rituales, haciendo partícipes a los sorprendidos espectadores.