La capital de la Edetania era la ciudad de Edeta, zona de especial riqueza arqueológica, que ocupaba un área de unas 15 hectáreas; no era una gran ciudad al estilo griego, pero sí era la más importante de la zona mediterránea, sólo superada más tarde por Cartagena. Esta característica era debida a que las regiones iberas no se hallaban sometidas a un sistema político tan rígido como el griego y la capital de cada región tan sólo cumplía una función administrativa sobre las demás ciudades.
Una zona tan rica tenía que contar, forzosamente, con una adecuada administración política cuyo centro era la ciudad de Edeta. Las ciudades iberas, la gran mayoría de las cuales aún continúan habitadas, se protegían con murallas de piedra (tan desacertadamente comparadas con los oppida celtas), no con simples terraplenes o empalizadas. La segunda ciudad edetana en importancia era Sagunto, cuyas impresionantes fortificaciones retrasarían la marcha de Aníbal hacia Italia ocho meses, lo que demuestra que las ciudades edetanas no eran meros oppida de tipo celta... ni mucho menos. Basta comparar las defensas de Sagunto con las de Numancia para darnos cuenta de que el nivel de desarrollo del que podían presumir los pueblos iberos levantinos era muy superior al que atesoraban sus vecinos celtas.
Toda la zona alrededor de Edeta se hallaba sembrada de torres y fuertes que protegían los accesos a la capital y que podían comunicarse entre sí mediante señales visuales para advertir de un peligro. Precisamente ésta debió ser la verdadera clave de la agrupación de ciudades, la unidad ante la necesidad de defenderse.
Edeta
Sobre el Tossal de San Miguel, cerca de Liria, junto al río Turia, se encuentran las ruinas de Edeta, de la cual nos habló el geógrafo Estrabón. En el siglo III a.C., la ciudad de Edeta se extendía sobre una superficie de unas diez hectáreas, estando además rodeada por otras poblaciones más pequeñas a modo de corona suburbial. Esta Ciudad rica y opulenta, era la capital de un Estado Ibérico, volcado a su costa mediterránea y sus límites estarían aproximadamente por el Sur en el río Júcar; por el Oeste en las sierras de Utiel, Jalambre y Gudar; siendo la frontera Norte variable, por un continuo enfrentamiento con los Ilervacones de Tarragona, oscilando ésta entre los ríos Miralles y Ebro, de manera alternativa, aunque posiblemente en el siglo VI a.C., su dominio llegara hasta la misma Zaragoza. Entre sus ciudades: Sagunto, la actual Valencia, Cheste, Mogente, etc.
Durante el siglo III a.C., este pueblo se enriqueció de una manera espectacular, debido al importante comercio con los griegos de Massalia (Marsella), fundamentalmente el intercambio de productos mineros, el hierro extraído por los Turboletas en la sierra de Teruel, material imprescindible para las famosas espadas españolas de la época, por productos manufacturados del Mediterráneo Oriental, productos que se distribuían a los otros pueblos íberos y celtíberos. Todo este comercio se realizaba a través de Sagunto, su ciudad comercial, mientras que el resto del Estado, era eminentemente agrícola, eso sí, con excelentes resultados económicos, pero con grandes excedentes de mano de obra, que desde el siglo VI a.C., se fueron orientando al servicio de las Castas militares que dirigían Edeta, las cuáles crearon un ejército profesional, que estaba de manera continua en alquiler con los diversos Estados Griegos.
Estas diferenciaciones económicas son las que desencadenarían la fractura social, que primero inició el movimiento separatista saguntino, apoyado por los marselleses, que querían mantener su dominio del imprescindible hierro turboleta. Mientras, Hannibal, que quería controlar ese mismo hierro para sus propias fábricas de armamento; primero apoyaría y luego dirigiría la guerra civil edetana que desembocó en la destrucción de Sagunto en favor de su antigua capital.
Poblado Ibérico
El poblado ibérico del cerro de San Miguel se extiende por las vertientes de dicho cerro, al pie del Real Monasterio de San Miguel de Llíria, y llega al llano por los lados E y W, mientras que los limites S y N se encuentran en los respectivos montículos que separan la mayor alzada del cerro: el de la Torreta y el de la cova del Cavall. tiene una superficie aproximada de 18ha, de las cuales solamente una pequeña parte ha sido objeto de excavaciones arqueológicas que han sacado a la luz 131 departamentos distribuidos en tres sectores de la ladera E.
La mayor parte de la superficie construida esta ubicada sobre una fuerte pendiente que en algunos puntos presenta un desnivel del 50%. La solución para crear un urbanismo organizado que permitiera la circulación de personas y de vehículos fue establecer nivelamientos paralelos a las curvas de nivel, con una amplaria entre los 10/ 15 metros.
Estos nivelamientos que recorren las laderas sirven en la parte interior como base para las viviendas, que respaldaran la parte trasera contra el desnivel, mientras que la parte exterior hace de calle y de área abierta al trabajo, y hay callejones y espacios abiertos que completan la red urbana. Las casas se construyen en el espacio que queda entre la calle y la ladera natural. Este espacio varia entre los 4 y los 10 mts. Área muy pequeña que obliga a las casas a crecer en altura, de manera que la mayor parte de las viviendas tienen una o dos plantas superiores. La comunicación entre los diversos pisos se hace mediante escalas interiores de masonería, de madera o mistas. En los pisos superiores, además era posible acceder directamente des del nivel de la calle inmediatamente superior.
Las paredes de las casas, hechas con adobes, se levantan sobre un zócalo de piedra. La pared adosada al terreno, en cambio, se hacia totalmente con piedras.Es en este yacimiento donde se han recuperado la casi totalidad de los vasos decorados con escenas figuradas, que definen un estilo pictórico propio de la Edetania.
Líria
En en el emplazamiento de la antigua capital edetana se alza hoy la ciudad de Llíria. Se encuentra situada a 25 Km de Valencia, capital de la Comunidad Valenciana, en dirección noroeste. Llíria es conocida mundialmente como la "Ciudad de la Música", y es la capital de la comarca del "Camp del Turia". El termino de Llíria es uno de los más grandes de la Comunidad Valenciana, con una extensión de 229,82Km2 y una población según el padrón de 1996 de 15.550 habitantes, pero que aumenta considerablemente los fines de semana y los meses de verano. Altitud: 190 metros. Se encuentra situada en un valle entre las montañas del norte (Alcubles y Marines) y el margen izquierdo del río Turia. El clima es de tipo mediterráneo, pero con ligeros rasgos de tipo continental y heladas en invierno y primavera. Las temperaturas medias oscilan entre los 101⁄4/111⁄4 en enero y los 261⁄4/291⁄4 de julio y agosto. Las precipitaciones son muy irregulares